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Luego de caminar por horas, Kibo llegó a una aldea desconocida para él, con gente también desconocida, todas las casas estaban hechas de paja, solo una construcción, en el centro de la ciudad, estaba hecha de concreto.

A la primera persona que vio le preguntó dónde estaba.

-No eres de por aquí, ¿Verdad? -Dijo, era una chica de unos diez años, rubia, ojos azules, no tenía ningún pokemon compañero, al menos no a la vista.

-No, soy de la región de Kanto, y quiero volver ahí.

-¿Kanto? nunca oí de esa región, pero estás en la región Khrex, concretamente en Saishono, y si hay alguien aquí que sabe cómo mandarte de vuelta a tu casa, es el profesor Pokemon. Voy de camino hacia su laboratorio, si quieres te puedo acompañar.

-Grecias -Kibo se preguntó si todos en esa región eran así de amables, si era así volvería a su casa en un pis pas.

Resultó que el laboratorio pokemon era ese edificio de concreto, el del centro.

A mitad de camino, Kibo le contó a su amiga el cómo fue que el llegó ahí.

-Entonces... -Dijo la chica

-Debes pensar que estoy loco o algo así.

-No, de hecho, parece que no soy la única.

-¿Cómo que la única? ¿También te pasó a tí?

-Básicamente lo mismo: Me pelee con mis padres, me caí de un árbol, y lo siguiente que recuerdo fue despertar aquí.

-¿Un árbol?

-¿Qué? me gusta trepar árboles para escapar de mis problemas, supongo que es por mi nombre: Tsuri, que en un antiguo lenguaje humano significa árbol.

-Tal vez deberías dejar de huir de ellos, Tsuri.

-Mira quién habla, la persona que trató de huir de sus padres.

-Solo sigamos adelante.

Al entrar en el laboratorio, los recibió un hombre con barba, rastas y bigote, pero ridículamente largos... y de varios colores.

-¡Bienvenidos! ¡Bienvenidos al laboratorio pokemon de la región Khrex: Dónde cada uno encuentra lo que necesita! ¡Soy el prof. Kureiji!

-Ajá -Dijo Kibo- Yo solo quiero volver a mi casa en la región Kalos.

-Pero... ¿Es lo que necesitas? -Dijo Kureiji.

-Supongo que...

-De acuerdo, si tantas ganas tienes de volver, la buscaré en mi mapa.

A continuación sacó un trozo de papel de su bolsillo, y estuvo desdoblándolo unos cinco minutos, hasta que el mapa ocupó toda la sala.

-Ajá -Dijo el prof.- Ustedes están aquí -Y señaló a Khrex, en una esquina del mapa- Y quieren volver aquí -Y señaló a Kalos, en la otra punta- ¿No?

-Sí -Dijeron Tsuri y Kibo a coro.

-Pues solo hay un camino de vuelta: Deben juntar las 7 llaves de la vida y abrir la puerta del olvido.

-¿EH?

-O sea, vencer a los siete gimnasios, les darán una medalla y una llave por cada uno, usarán las siete medallas para entrar en la liga pokemon, al vencer a la liga se les permitirá el acceso a la puerta del olvido, ábranla y Voilá de vuelta en sus casas.

-¿Significa que para no ser un maestro pokemon, debo volverme un maestro pokemon?

-Sipi.

-Solo dennos los iniciales

-Sobre eso... ya le dimos el inicial de agua a un muchacho que pasó por aquí hace unos días, así que tedrán que conformarse con el de hierba, lizpins, y el de fuego, kawaiigre.

Luego de elegir cada uno a su inicial, Kibo y Tsuri fueron por el mismo camino, tenían el mismo objetivo, conseguir las llaves y entrar en la puerta del olvido.

Pero ellos no sabían que esa misma noche... un destino terrible caería sobre el laboratorio pokemon.

-¡Bienvenido! ¡Bienvenido a...!

-Ahórrate las bienvenidas viejo, dame al pokemon único.

-No sé de que me está... -Pero el hombre sacó un cuchillo y lo amenazó con este- De acuerdo, de acuerdo, pero no hay necesidad de ponernos violentos.

Entonces, Kureiji apretó unos botones de un control remoto, un panel secreto se abrió y, oculta, había una cápsula con una pokebola toda roja... rojo sangre.

-Pero te advierto que nadie puede... -Entonces el otro tipo simplemente abrió la pokebola y de ahí salió el pokemon del volcán.- ¿Quién eres?

-Soy Yogensha, el último, y voy a hacer justicia -Entonces se dirigió hacia el pokemon- Typh, destruye este lugar -Otra vez hacia el profesor- Le recomiendo huir.

Al día siguiente, el laboratorio estaba quemado hasta los cimientos, el profesor estaba desaparecido y ni rastro de Yogensha.

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